RUTA BUJARUELO - VALLE DE OTAL

ASCENSIÓN A PEÑA UBIÑA

VARADERO (CUBA)

Y desde La Habana nos fuimos dos días hasta Varadero. Os confieso que no vale la pena, ya que nuestras playas son mucho más bonitas que las de allí. Lo único que cambia es la temperatura del agua.

El viaje dura unas tres horas ya que hay que dar una buena vuelta, al estar uno de los puentes de la carretera de ocho carriles, como la conocen en Cuba, caído.

Pasamos por el pueblo de Matanzas. Su nombre procede de un hecho ocurrido en 1510, cuando un grupo de aborígenes dieron muerte a un grupo de españoles. Todavía no se había iniciado la conquista de Cuba.

Las imágenes de esta ciudad están realizadas desde el autobús que llevó al grupo al Hotel de Varadero.

Y, después de tres horas agotadoras, llegamos al Hotel Meliá Paradisus de Varadero, un todo incluído, con 8 restaurantes, 9 bares, spá y piscinas exteriores al lado del mar.

Varadero tiene una extensión de 30 kilómetros, de los cuales 22 son de playas y está lleno de hoteles de diferentes cadenas internacionales.

A nuestra llegada al Hotel nos recibió una tormenta tropical intensísima, tanto que nos inundó nuestra habitación. Empezó una vía de agua en medio del cuarto de baño, que obligó a cambiar de alojamiento.

El Hotel se encuentra en la costa norte de la península de Varadero, donde se alternan las playas con costa abrasiva de acantilado bajo. Nuestra parte del hotel daba a estos acantilados, por lo que había que caminar un poco para ir a alguna de las dos playas que rodeaban el recinto.





Imagen tomada después de la tormenta que nos tuvo en vilo durante más de 1 hora.

Ésta es una de las playas que rodean al hotel. La fotografía está tomada casi al amanecer. A esas horas el agua no está tan caliente como a mediodía.


Tiene todo lujo de detalles para pasar unas vacaciones inolvidables.

Estos son los edificios donde se encuentran las habitaciones, rodeados de vegetación y con caminitos que llevan a la playa, a las piscinas o a los restaurantes.


Al día siguiente de nuestra llegada, se abrió el cielo y vimos el sol característico del Caribe. Cambia mucho la luz y las fotografías.




Desde Varadero fuimos en Catamarán a la isla de Cayo Blanco o de Ernest Thaelmann.

En 1972 Erich Honecker, presidente de la República Democrática Alemana, visitó oficialmente Cuba. Fidel Castro le regaló la isla que cambió de nombre en honor al líder del Partido Comunista de Alemania. Como compensación Cuba recibió el 6% de la producción de azúcar refinado del mundo.

El crucero hasta allí fue un verdadero lujo. Tuvimos música, baile, bebidas gratis!!!

En la foto inferior con dos grandes bellezas "cubanas": mi santa esposa y Eli, la guía española.

Había que estar a la altura de la ocasión por si nos asaltaban piratas o berberiscos.

Durante la travesía paramos para hacer snorkeling o, lo que fue toda la vida, bucear con gafas y tubo. Ya se presentía en el horizonte las tormentas que se avecinaban.

Después de una gran tormenta que pasamos en el catamarán, llegamos sanos y salvos a Cayo Blanco
La isla tiene 15 kilómetros de largo por 500 metros de anchura. Está deshabitada, ocupada por los turistas ocasionales y los puestos de comida.




Después de la comida y del baño de rigor, cogimos nuevamente el catamarán para volver al puerto de Varadero. El viaje de vuelta fue más tranquilo, ya que no nos cruzamos con ninguna tormenta.

Y así aprovechamos para grabar con la cámara gopro en posturas un tanto forzadas.

En nuestro último día en Cuba, dimos un paseo por Varadero, encontrando aparte de un montó de turistas, algún espécimen propio de la isla.


Fuimos a darnos un baño a la playa que se encuentra a la izquierda del Hotel. Esta playa si que merece la pena, de arena fina y aguas turquesas.

La playa la compartimos con otras actividades como la pesca. Existían bancos con cientos de peces pequeños y muy veloces. La forma de pescarlos era con estas redes que lanzaban sobre el banco.


Y como todo resort que se precie tiene sus piscinas, que variadas formas y tamaños.
Y que mejor despedida de Varadero y de este viaje maravilloso a Cuba que con una puesta de sol desde la playa.
HASTA SIEMPRE CUBA
VOLVEREMOS EN DOS MESES CUBANOS




VISTAS DE LA HABANA

Durante el viaje a la Habana, además de la visita de la Ciudad Vieja y de la Habana Nueva, tuvimos la suerte de visitar el Cristo de La Habana. La historia de su construcción es curiosa. Después del asalto al palacio presidencial para ajusticiar al dictador Fulgencio Batista, el 13 de marzo de 1957, la primera dama hizo la promesa de levantar una imagen de Cristo que pudiera ser visto desde cualquier sitio de la Habana, si su marido salía con vida.
Y cumplió la promesa. El encargo se realizó por concurso público que ganó Jilma Madera, escultora cubana. Tiene 20 metros de alto, aunque inicialmente se diseñó de 35 metros, para que fuera 3 metros más alta que el Cristo Redentor de Río de Janeiro. Está realizado con mármol blanco de Carrara.
La estatua fue inagurada por Fulgencio Batista el 25 de diciembre de 1958, una semana antes de su derrocamiento por el ejército rebelde de Fidel Castro.
Como no le pusieron pararrayos, recibió el impacto de tres rayos a lo largo de su historia. En 1986, tras el último impacto decidieron instalarle uno.
Desde allí tenemos una magnífica panorámica de La Habana, sobre todo de la Ciudad Vieja y de la bahía.

El Centro Cultural Casa del Che en la Cabaña se encuentra en la primera casa que ocupó el Che Guevara en 1959, cuando Fidel Castro le ordena avanzar hacia Santa Clara y ocupar la zona de la Cabaña en La Habana.

El castillo de los tres Reyes del Morro fue erigido entre 1589 y 1630 para proteger la entrada al puerto de la Habana de piratas e invasores. Se levanta sobre una saliente rocoso, conocido como el Morro, de ahí su nombre. El faro fue levantado posteriormente, en 1844.
Y desde aquí tenemos unas magníficas vistas de la ciudad de la Habana
Y ya para terminar esta parte y, no menos bonitas, las vistas desde la habitación del Hotel Meliá Cohiba.


Y desde La Habana nos fuimos a Varadero, pero ésta ya es otra historia.