PARÍS SIEMPRE SERÁ PARÍS

En junio de 2017 tuvimos la gran suerte de ser invitados al Congreso Mundial de ORL que se celebró en París. Más que al congreso, nos invitaron a un viaje a París, para conocer una "ciudad diferente". Como nuestro vuelo hacía escala en Madrid y teníamos que esperar siete horas en el aeropuerto, decidimos coger el metro y bajar a la ciudad. Y nos fuimos a conocer el Palacio Real, como unos turistas más. Lo primero que llama la atención es que es enorme. Su extensión es de 135 000 m² y 3418 habitaciones (en superficie, casi el doble que el Palacio de Buckingham o el Palacio de Versalles), es el palacio real más grande de Europa Occidental. Fue construido por el rey Felipe V y las obras comenzaron en 1738.
Y, justo enfrente, vimos la Catedral de la Almudena construida entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Es la única catedral española consagrada por un papa: fue el 15 de junio de 1993 por Juan Pablo II.
Y por fin, el objetivo del viaje: París. París bien vale una misa (Paris vaut bien une messe) es un tópico originado en una frase, atribuida a Enrique de Borbón o de Navarra,  el pretendiente  hugonote (protestante) al Reino de Francia, que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar (su ordinal como rey es Enrique IV).
Al día siguiente de nuestra llegada a París, visitamos el Museo Bourdelle. Está instalado en los talleres y jardines donde vivió y trabajó Antoine Bourdelle desde 1885.
Y además de disfrutar de las obras del Museo, pudimos ver la exposición del diseñador Balenciaga. Diane Vreeland, una de las editoras de moda más importantes del siglo XX, solía decir que cuando una mujer entraba en una habitación vestida de Balenciaga, ninguna otra existía.
La Torre Eiffel es el monumento más emblemático de Francia. Fue construida por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel para la exposición universal de París del año 1898. Incialmente fue denominada como la torre de 300 metros, para cambiar posteriormente su nombre. Se encuentra en el campo de Marte y durante 41 años fue el edificio más alto del mundo.


 Y que mejor sitio para hacer la foto de grupo que delante de la torre Eiffel con la plaza del Trocadero detrás.  La plaza del Trocadero y del 11 de noviembre está situada en el distrito XVI de París. De aquí parten seis avenidas muy importantes: del presidente Wilson, Kléber, Raymond Poincaré, de Eylau, Georges Mandel y Paul Doumer.
La plaza se encuentra sobre la colina de Chaillot,  donde en el siglo XVI Catalina de Medicis mandó construir un palacio. En 1651 fue comprada por la Reina de Inglaterra que lo convirtió en un convento para retiro de las damas de alta sociedad. Napoleón arrasó el convento y en 1869 se creó una plaza, denominada Plaza de Rey de Roma, en honor al hijo de Napoleón I. En 1877 se cambió el nombre por Trocadero en honor a los soldados franceses que celebraron aquí la victoria de la batalla homónima en la Bahía de Cádiz. Un año después se creó el palacio para la exposición universal de París.
Y la vista desde la parte de arriba de la plaza es única. Esta vez la vimos desde el autobús, pero recuerdo que fue la primera imagen que tuvimos de París en el año 1995, tras salir del metro allí.
Vista del Museo de Orsay desde el autobús que nos dio un paseo por París. El museo ocupa la antigua  estación ferroviaria y alberga la mayor colección de impresionistas del mundo.
El jardín de las Tullerías (Tuileries) fue el primer jardín público de París. En 1564 comenzaron las obras de construcción del Palacio de las Tullerías, bajo las caprichosas órdesde de Catalina de Medicis que lo acompañaría de unos jardines de estilo florentino.
Posteriormente Napoleón ordenó la construcción del Arco de Triunfo del Carrusel, uniendo las jardines con el Louvre. En 1870 el Palacio de las Tullerías fue destruido a manos de la Comuna de París, salvándose los jardines.
Y coincidimos con el desfile del Orgullo Gay.
Todo un espectáculo humano de colores, sonidos...
La plaza de la Concordia se encuentra situada entre los Campos Elíseos y los jardines de las Tullerías.
Fue construida entre 1757 y 1779 bajo el nombre de Plaza de Luis XV, con una estatua ecuestre del rey en el centro para celebrar su mejora después de una grave enfermedad.
En 1792 la estatua es derribada y fundida y la plaza es rebautizada como la Plaza de la Revolución. Durante la Revolución Francesa se convirtió en la plaza de la Guillotina, donde fueron ejecutadas más de 1200 personas (entre ellas Maria Antonieta, Luis XVI y Robespierre)
El aspecto actual de la plaza data de 1836-1840 cuando se instaló el enorme obelisco poveniente de Lúxor de más dd 3000 años de antigüedad donado por el virrey de Egipto.
El río Sena es uno de los encantos de París. Tiene una longitud de 776 Km y recorre Francia desde la región de Côte-d'Or hasta el estuario en el Havre.
Es en una de sus islas (isla de la Cité) donde la ciudad tuvo sus inicios y es en torno a ella y a la ribera que la ciudad se ha desarrollado a través de los siglos.
El Castillo de Fontainebleau se encuentra a unos 60 kilómetros al sudeste de París. Residencia de 34 reyes y 2 Emperadores, Fontainebleau fue el único palacio habitado por todos los soberanos franceses durante unos 8 siglos.
Con 1500 piezas, es uno de los palacios  más grandes de Francia, y el más amueblado de Europa. Testigo de la vida de la corte oficial e íntima de los soberanos a lo largo de los siglos, encarna, mejor que en otros lugares, el arte de vivir a la francesa.
La célebre escalera en forma de herradura, símbolo del castillo, data del reinado de Luis XIII y fue creada a partir de un modelo del Renacimiento.
«Es la verdadera morada de los reyes, el hogar de los siglos», dijo Napoleón I del castillo real de Fontainebleau, que combina el estilo renacentista y el clásico.
En los jardines y parques, que ocupan 130 hectáreas, cada soberano fue dejando su huella: el estanque de carpas, una fuente decorada con una estatua de Diana, el Gran Parterre de Le Nôtre y Le Vau, el más extenso de Europa.
Aparte de visitar el Palacio o Castillo, no dejéis de recorrer el estanque que se encuentra en la parte de atrás. Es una maravilla.
Después de la visita al Chateau, nos fuimos a comer a Barbizón.
Los integrantes fundadores de la escuela de Barbizon fueron Theodore Rousseau, Jean-Baptiste Camille Corot, Jean-François Millet y Charles-François Daubigny.  Otros miembros fueron Jules Dupré, Narcisso Virgilio Díaz de la Peña, Albert Charpin, Hnri Harpignies, Charles Olivier de Penne, Félix Ziem, Alexandre DeFaux, Constant Troyon y Jules Jacques Veyrassat. Crearon la Escuela de Barbizon de pintura entre 1830 y 1870.
En la escapada a Barbizon no puede faltar una visita a una villa del siglo XIX: “Les Charmettes”. En esta villa el coleccionista americano Massoud Besharat ha decidido abrir una galería de arte contemporáneo: Besharat Gallery, En la casa y el jardín se exponen obras de una treintena de artistas internacionales, pintores, escultores o fotógrafos.
Tuvimos la suerte de poder contemplar un desfile de personajes ataviados con trajes típicos de época que iban repartiendo naranjas a todos los vecinos.
Otro de los lugares que visitamos fue el taller de Jean-François Millet, casa museo en la actualidad. El artista se trasladó a Barbizon en 1849, la casa de un amigo. Su estudio estaba en la planta baja. Hoy en día, dos partes de este taller son obras originales de Millet  y de otros pintores, amigos de Millet.
En nuestros ratos libres que los tuvimos, paseamos casi todos los lugares interesantes de París. Fuimos a pasear por el jardín de las Tullerías.
También por la plaza de la Concordia, donde se pueden alinear el obelisco egipcio con la Torre Eiffel.
La plaza, anteriormente conocida como la Plaza de Luis el Grande, Plaza de las Picas, Plaza de las Conquistas o Plaza Internacional, es en la actualidad uno de los máximos exponentes del lujo y la opulencia que se pueden encontrar en la ciudad.
Para que todo fuera perfecto, en la Plaza Vendome se construyeron las fachadas antes que los edificios que la rodean. En el centro se colocó una estatua ecuestre de Luis XIV que sería destruida durante la Revolución Francesa.
Durante el periodo de la Revolución la plaza cambia su nombre al de Plaza des Piques. Posteriormente, en el lugar que antes ocupaba la figura de Luis XIV se colocó una enorme columna (Columna Vendome) con un bajorrelieve que imita la Columna Trajana de Roma.  
Construida entre 1163 y 1245 en la Île de la Cité, la Catedral de Notre Dame de París es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo. El nombre de la catedral significa Nuestra Señora y está dedicada a la Virgen María.
En sus ocho siglos de historia, la Catedral de Notre Dame ha sido reformada en varias ocasiones, siendo la más importante la de mediados del siglo XIX. A lo largo de estos años se sustituyeron los arbotantes, se insertó el rosetón sur, se reformaron las capillas y se añadieron estatuas.
Construido como residencia real y sede del poder de la monarquía francesa, en 1392 el edificio de la Conciergerie fue convertido en una de las prisiones más duras de la época.
Inaugurado a finales del siglo XVIII, el Museo del Louvre es el museo más importante de Francia y uno de los más visitados del mundo. Actualmente recibe más de ocho millones de visitantes cada año.
Formado a partir de las colecciones de la monarquía francesa y las expoliaciones realizadas durante el imperio Napoleónico, el Museo del Louvre abrió sus puertas en 1793 mostrando un nuevo modelo de museo, que pasaba de las manos de las clases dirigentes al disfrute del público general.
El Museo del Louvre se encuentra alojado en el Palacio del Louvre, una fortaleza del siglo XII que fue ampliada y reformada en diversas ocasiones. Antes de que se convirtiera en museo, algunos monarcas como Carlos V y Felipe II utilizaron el palacio como residencia real en la que acumulaban sus colecciones artísticas.
Tras el traslado de la residencia real al Palacio de Versalles, el impresionante edificio de 160.000 metros cuadrados comenzaría su proceso de transformación en uno de los museos más importantes del mundo.
En 1989 se construyó una pirámide de cristal rompiendo la monotonía de los grandes bloques grises del museo, que en la actualidad sirve como puerta de acceso.
Y una de las grandes sorpresas del viaje, aparte de la ópera Rigoletto de Verdi, fue la visita a la Fundación Louis Vuitton.
Un iceberg en pleno París, una nube de vidrio que flota sobre el Bosque de Boulogne...
La nave de la Fundación Louis Vuitton es el resultado de un encuentro: el de Frank Gehry, arquitecto estadounidense (autor, entre otros, del Museo Guggenheim de Bilbao, del Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles y de la New York Tower) y de Bernard Arnault, presidente de la Fundación Louis Vuitton y mecenas, que desea promover y apoyar la creación artística contemporánea. Es en pleno corazón del Jardín de Aclimatación, uno de los más bellos de París, donde ambos han logrado crear este lugar excepcional, un recinto emblemático de estos comienzos del siglo XXI.
El innovador vidrio curvado de la nave transforma realmente los principios de la arquitectura. Se produce entonces un juego sofisticado entre las vigas de madera clara y acero que se entremezclan, favoreciendo de este modo el despliegue de 12 velos de vidrio que reaccionan a la luz. Transparentes, con formas dispares y despegadas de la estructura de hormigón inmaculada, se reflejan también en un espejo de agua.
Sobre todo, no dejeis de subir a las tres terrazas: ofrecen unas vistas magníficas del barrio de la Défense, el Bosque de Boulogne y la Torre Eiffel.
La Fermette Marbeuf está ubicado en rue Marbeuf en el distrito 8 a pocos metros de los Campos Elíseos. Tiene una impresionante decoración de estilo Art Nouveau y una sala del año 1900 que figuran en el inventario de monumentos históricos.
Y callejeando por Paris encuentras edificios camuflados en un jardín vertical. Nunca había visto uno en el mundo.
El imponente complejo arquitectónico formado por el Palacio Nacional de los Inválidos (Hôtel National des Invalides) fue edificado en el siglo XVII como residencia para los soldados franceses retirados del servicio.
Durante el año 1674 comenzaron a llegar los primeros huéspedes de los Inválidos, llegando a ser más de 4.000 a finales de siglo. Los soldados que habían prestado servicio a la armada francesa durante más de diez años podían retirarse y, lejos de lo que pudiera pensarse, no dedicaban su tiempo a contar anécdotas sobre la guerra y a jugar a las cartas, sino que lo aprovechaban para culturizarse y realizar algunos trabajos arreglando uniformes o zapatos, entre otras tareas.
En la Iglesia Saint Louis des Invalides se encuentra un panteón militar con el sarcófago de Napoleón I.
Y la cena de despedida fue en uno de los restaurantes más famosos de París: Lapérouse.
Ubicado en el número 51, quai des Grands Augustins, Lapérouse es una antigua mansión convertida en « comercio de vinos » en 1766, y que a principios del siglo XX, fue el lugar de moda del París literario, político y cultural.
Descubrir Lapérouse es un encanto. La arquitectura interior posee una complejidad muy divertida. Múltiples recodos, corredores y escaleras que llevan a distintos comedores –todos de estilo distinto- y a los salones particulares.
Todo lo bueno se acaba. El último día de nuestra visita a París tuvimos tiempo libre y nos fuimos a ver el Museo de Orsay.
Y subimos a Mont Matre para ver la La Basílica del Sagrado Corazón (Sacré Coeur). Es uno de los lugares sagrados más importantes de París.
Se encuentra situada en lo alto de Montmartre, una colina de 130 metros de altura desde donde se contemplan unas vistas magníficas de París.
La basílica, obra de Paul Abadie, comenzó a construirse en 1875 y se completó en 1914. Fue consagrada como basílica a los cinco años de su construcción, el 16 de octubre de 1919.
Las dimensiones de Sacré Coeur hablan por si solas: 83 metros de longitud, 35 metros de anchura y una torre de 83 metros de altura.
Está prohibido pensar que nunca volveremos a visitar París. Siempre hay alguna ocasión, celebración para volver a esta ciudad maravillosa.

Y conocimos a una maravillosas personas. Ojalá nos volvamos a encontrar en este camino que es la vida.
Y muchas gracias a Maria Antonia, Juan y su maravillosa familia, por este magnífico viaje a visitar "ese otro París"

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