LAGO NAMBINO (DOLOMITAS DI BRENTA), ITALIA

Ruta muy transitada, al ser un recorrido relativamente fácil, que en unos 30 minutos nos lleva hasta el lago. El coche lo dejaremos en la vía Nambino, antes del peaje para ir a Patascoss, donde cogeremos un camino ancho de tierra de unos 500-600 metros de longitud.
Allí nos internaremos en el bosque por el sendero nº217, camino empinado, con escalones de piedra y muchas raíces.
Como todos los lagos de los Dolomitas, también tiene un refugio, bar-restaurante que está petado de gente. El lago está a 1768 metros y si no queremos agobios, lo mejor es que demos la vuelta al lago.
Todo lago alpino que se precie tiene también una leyenda y éste no iba a ser menos.
La leyenda narra la historia de un dragón que vivía en las aguas del Lago Nambino, cerca de Madonna di Campiglio. Solía dormir en lago durante meses, alimentándose de peces y algas. Cuando estaba seguro de que no había nadie alrededor, salía a pastar la hierba en los campos circundantes.
Un día, ocurrió algo inesperado! El dragón devoró unas cuantas ovejas, un becerro y a un pastor! La noticia se extendió rápidamente por todo el valle, así como el pánico que provocó.
Nadie se atrevía a enfrentarse al dragón, salvo dos cazadores que provenían de Val di Sole, que después de haberles prometido una gran recompensa aceptaron el desafío. Los dos cazadores llegó a la orilla del lago y allí lo encontraron. Estaba enroscado sobre una losa de piedra con su hocico escondido entre sus patas delanteras.
Uno de los cazadores tomó cuidadosamente su rifle y disparó contra el dragón, matándolo en el acto. La sorpresa que se llevaron es que entre sus patas traseras, había un gran huevo de dragón!
Fue entonces que todos se dieron cuenta que el dragón probablemente había atacado al pastor y los animales sólo para proteger a sus huevos.
Después de unas semanas, una gran fiesta se celebró en la iglesia de Madonna di Campiglio. Los cazadores recibieron su recompensa y el huevo fue colgado en la pared de la iglesia, junto con la Piel de dragón, como un signo de agradecimiento.
Para volver podemos hacerlo por el mismo camino de ida, o coger otro camino que nos lleva hacia Malga Patascoss, por un bosque de coníferas que va descendiendo progresivamente.
Desde el Refugio sólo tenemos que coger la carretera para volver al punto de inicio.

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