Esta nueva ruta, realizada el día 25 de marzo de 2017, sale del pueblo de Catoira, al lado del río Ulla, famoso en Galicia y en el resto del mundo por la romería Vikinga que se celebra todos los años.
Catoira jugó un importante papel durante los siglos IX al XII como defensa de la ciudad de Compostela. Eran frecuentes las incursiones primero de Vikingos y después de Normandos y Sarracenos, que entraban por la ría de Arosa para subir después por el Ulla y atacar Compostela, atraídos por la fama que había conseguido la ciudad del Apostol.
El rey Alfonso V "el noble" mandó construir una ciudadela en la isla de Oneste, nombre que derivó posteriormente a Honesto y finalmente a Oeste. En 1024 dona la isla a la Iglesia de Santiago para construir una fortaleza con el fin de impedir las invasiones. Años más tarde Don Cresconio, obispo de Iria, mandó colocar una gruesa cadena para impedir el paso de las embarcaciones río arriba.
En 1071, Diego Peláez, obispo de Santiago al que se debe la construcción de la actual Catedral de Santiago, edificó un palacio y nuevas fortificaciones, que actualmente se conocen como las torres del Oeste.
A los pocos minutos de iniciar nuestra ruta, con un día plácido sin viento y con el mar en calma, pasamos por debajo del puente del AVE que une A Coruña con la ciudad de Vigo.
Resulta curioso y sorprendente la presencia de cruceiros sobre promontorios rocosos, no sólo en las orillas sino también en pequeños islotes a lo largo de la ría.
Al llegar a la altura del cabo de Tres Cruces, donde según algunas fuentes conmienza la ría de Arosa y termina el río Ulla, el tiempo cambió. Empezó a soplar viento, Nordés, con agitación del mar, como se puede ver en la fotografía inferior.
La idea era llegar y rodear la Isla de Cortegada, que forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Pero con la mala mar que se puso decidí desembarcar en el primer arenal que pudiera.
Y dicho y hecho. Desembarqué en la isla de Cortegada que tiene mucha historia. Ya fue ocupada por los romanos, ya que se han encontrado ánforas alrededor de la isla.
La isla en esta época del año esta vacía, sin turismo, sin nadie. Encontramos en los arenales muchos troncos, ramas arrastradas por los temporales.
Su ubicación estratégica para penetrar en el interior de Galicia fue la causa principal para utilizar esta isla como lugar estratégico y de descanso para atacar la ciudad de Santiago de Compostela. En el año 968 más de 100 naves normandas dirigidas por Gunderedo con miles de guerreros arribaron a la isla de Cortegada con el Objetivo de invadir Galicia. Otro intento de invasión vikinga en Galicia ocurrió en el año 1014 y fue dirigida por el Rey Noruego Olaf, el cual también se instaló en la Isla de Cortegada hasta que el rey Alfono V le venció y lo obligó a embarcarse hacia su tierra.
Al estilo vikingo dejé varada mi embarcación en la playa y me dediqué a recorrer parte a pie.
Llegué hasta la playa principal de la isla, donde se encuentra el embarcadero, la caseta de información turística y algunas ruinas.
La isla de Cortegada pertenece al Archipiélago de Cortegada junto a otros islotes más pequeños conocidas como As Malveiras. En la parte norte de la isla existe una cabo denominado Punta Fradiño, por lo que nuestros antepasados ya debieron habitar esta isla.
La isla estuvo habitada hasta principios del siglo XX perteneciendo al Pazo da Gupilleira hasta que en el año 1910 fue adquirida por suscripción popular para donarla al rey Alfonso con el objetivo que estableciera en la isla su lugar de residencia veraniega.
Actualmente se pueden ver los restos del poblado y la antigua Iglesia de la que emana un riachuelo de agua dulce. Delante de la Iglesia, que por desgracia está en ruinas, existe un crucero.
Siguiendo con la historia de la isla, la residencia real nunca se construyó y la isla pasó a ser patrimonio de Juan de Borbón en 1958. Este la vendió a la Sociedad Santiaguesa S.A. en el 1979 y esta Sociedad la compró con el objetivo de construir una urbanización de lujo.
Sin embargo gracias a la presión ejercida por los vecinos de Carril esta urbanización no se pudo construir y la isla pasó finalmente a manos de la Xunta de Galicia para que se incluyera dentro del Parque Nacional das Illas Atlánticas. Por una vez en la vida se hicieron las cosas bien.
Una vez recorrida esta parte de la isla, cogí el Kayak para volver al punto de partida. El día había empeorado, incrementándose mucho el viento Nordés, en contra, que levantaba bastante oleaje. Llegué incluso a pensar en dejar la embarcación en Carril y andar hasta Catoira para recuperar el coche. Pero echándole bemoles y una hora y tres cuartos sin parar de palear llegué al punto de partida agotado, pero feliz.
Ruta en WIKILOC
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