CATORIA: REMONTANDO EL RÍO ULLA

Reto realizado hace unas semanas, pero que no había podido subirla al blog. En este caso es con el kayak, que ya es como una prolongación de mi. Parece que llevo toda la vida paleando, pero todavía no se ha cumplido un año. Y para celebrarlo hice el mismo recorrido que hicimos entonces mi amigo Antonio y yo, con la diferencia que en esta ocasión fue doble, de subida y bajada.

Inicié la ruta en Catoira, donde existe un club de piragüismo y una buena entrada en el río. Aproveché la subida de la marea para ir río Arriba. Lo primero que te encuentras son los restos de las Torres de Catoira, que ya en otra ocasión expliqué cual era su origen

Después pasar las Torres nos encontramos con un pequeño muelle, donde tienen amarrados los barcos vikingos que utilizan como reclamo turístico y en el desembarco de Catoira.

Un poco más adelante hay una pequeña isla en el centro del río, la Illa do Rato, donde se erige un bonito cruceiro.

Además sirve de atalaya perfecta para posarse las aves, en este caso un cormorán, que nos vigila desde las alturas.

Después de remontar por la margen derecha del río, aprovechando el empuje de la marea, que al estar la zona por debajo del nivel del mar, es como una ola continua, llegamos a Pontecesures.

No es una población que destaque por su belleza, sobre todo por las fábricas que hay al lado del río. Sin embargo, tienen un buen club de piragüismo con un montón de chavales que salieron a entrenar esa tarde.

Pasé por debajo del puente de la nacional, un estrecho puente que necesita le den una alternativa urgente.

Y por tiempo, más que por ganas, tuve que darme la vuelta tras cruzar el puente de la antigua vía del tren. No había para más y tenía que volver al punto de partida.

Reitero lo que afirmé antes, no destaca Pontecesures por su belleza.

Siempre ilusiona ver a gente joven iniciarse en esta afición tan sana. Yo lo hice a los 51 años y estoy encantado.

Como todo río que se precie, tiene una playa fluvial, de Alvarello, con un pequeño muelle y unas casas alrededor. No se si son restaurantes, bares... Habrá que parar la próxima vez

El río deja varias islas en su parte media, la mayor de todas la isla de Bexo. Para que la ruta fuera más entretenida fui por un lado de las islas y volví por el contrario.

Durante el viaje de vuelta, coincidí con la bajada de la marea, lo que me ayudó mucho ya que seguía la corriente del agua. Hay que ir atentos a las orillas, porque nos encontramos con algún cruceiro solitario.