En una maravillosa mañana del mes de Febrero, nos fuimos a la zona de Muros - Louro para disfrutar de las maravillosas vistas de la ría. Allí decidimos realizar una pequeña ruta de senderismo por delante de la playa del Ancoradoiro. La ruta sale desde la aldea de A Gándara y sube por la pista de tierra que se ve en la fotografía inferior.
Cuando hemos subido unos metros en altura, tenemos una maravillosa visión del Monte Louro con la playa de la Lagoa de Louro.
El camino es muy sencillo y corto, simplemente da la vuelta al monte, pasando por encima de las últimas casas de Louro.
Antes de finalizar la ruta, volvemos a ver la playa de Ancoradoiro con su faro. Para mi, es una de las playas más bonitas de toda Galicia, aunque peligrosa por el fuerte oleaje que siempre hay. Esta miniruta también está en WIKILOC
Después de este paseo matinal, había que reponer fuerzas y que mejor manera que degustar algunos productos de nuestras costas. Que ricas las zamburiñas.
Y después de comer, en San Francisco (Louro) bajar un ratito a la playa a estirar las piernas.
Y por la tarde cogimos el coche y nos fuimos hasta Lira. Allí sale una pista asfaltada que va ascendiendo el monte, pasando al lado de un mirador. Desde este mirador tenemos una vista panorámica preciosa de la playa de Carnota, el Monte Pindo y Fisterra.
Dejamos el coche donde acaba la pista y allí sale una ruta verde que va por todo el monte que rodea a Carnota. En algún punto veremos lo que hemos dejado atrás, la playa del Ancoradoiro con su faro.
Son caminos muy sencillos, amplios, de tierra, sin grandes desniveles.
Tomaremos el camino de la derecha para acercarnos en primer lugar a la Torre dos Mouros. Hay una verja que cierra la zona, aunque está abierta sin candar. A Torre dos Mouros es una imponente fortificación de inicios de la Edad Media. Ubicada en un cerro rocoso, tiene una vista privilegiada de 360º que abarca desde Monte Louro (Muros) hasta el Cabo Fisterra. Aunque sólo veremos ruinas de la fortificación cubiertas por toxos. En la cima existe una caseta de forestales.
Una vez de vuelta al camino seguimos circunvalando el monte hasta llegar a una granja de cabras y caballos. Cuidado con los perros que están sueltos: un mastín y un pastor alemán. Aunque están al otro lado de la valla, cuando nosotros pasamos al lado del mastín, éste salto la valla y vino a hacernos una "visita". Menos mal que es manso, pero el susto no nos lo quita nadie.
Allí se puede continuar por la senda verde que va a la misma altura o descender hasta el castro de Mallou. Nosotros decidimos esta segunda opción y, desde mi punto de vista, nos equivocamos.
El Castro de Mallou es un poblado fortificado de la Edad de Hierro, que pertenece a la tribu de los galaicos “súper tamáricos” o del norte del río Tambre. Se considera que pudo estar en funcionamiento entre los siglos III-IV a.C. y el I d.C..
Pero lo que queda es un vestigio, no existen formaciones circulares como en Baroña. Tan sólo restos de unas murallas y acúmulos de piedras. Está en fase de restauración. Las vistas son muy bonitas.
El regreso lo realizamos por otro camino diferente y nos encontramos esta pequeña laguna.
El sol iba perdiendo fuerza y altura, hora de regresar al coche y volver a Santiago, después de un maravilloso día por el monte.
Pero aún nos iba a deleitar con una magnífica puesta de sol. Qué más se puede pedir !!!
La ruta está en WIKILOC
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