RUTA BUJARUELO - VALLE DE OTAL

ASCENSIÓN A PEÑA UBIÑA

CADAVEDO - CUDILLERO - MUROS DE NALÓN (ASTURIAS)

En la famosa semana blanca de los estudiantes o semana de carnavales, aprovechamos el buen tiempo para irnos a Asturias. Reservamos en el último momento en los apartamentos Casa Carín, cerca de Cadavedo y acertamos de pleno.
En el viaje de ida, una parada obligatoria fue la Playa de las Catedrales, cerca de Ribadeo. No hay que decir nada de ella, ya que desde hace unos años se ha vuelto famosa.
Tanto que en los meses de verano hay que reservar la bajada a la playa en su página Web. Es obvio, por las fotografías, que sólo se puede bajar a la playa en marea baja.
Pero es igual de espectacular en marea alta, sobre todo si existe mar de fondo y oleaje en el cantábrico.
La fama de la playa se debe a los arcos que el mar ha ido esculpiendo a lo largo de miles de años y que simulan una catedral. Existe una senda peatonal por la parte superior, con varios aparcamientos para disfrutar de las vistas. Aunque parezca que estoy poniendo en peligro mi vida, en la fotografía inferior, no es cierto.
Uno se queda entusiasmado de ver esta maravilla natural. Aunque se haya masificado por el turismo, se puede aún disfrutar de este paraje sin agobios, fuera de temporada alta.
La elección del sitio fue por eliminación, ya que al decidir irnos un día antes no había mucho donde elegir. Pero los apartamentos Casa Carín están fenomenal, tanto en la situación (al lado de la autovía del Cantábrico, A8), como por la tranquilidad y el trato de su propietario, Samuel. APARTAMENTOS CASA CARIN
A pesar de la magnífica mañana que tuvimos ese día, por la tarde se cubrió el occidente asturiano de nubes, una especie de niebla alta. Ello no nos impidió acercarnos hasta el Cabo Vidio.
Aunque no es tan impresionante como su vecino el Cabo Busto, el Cabo Vidio tiene una elevación de más de 90 metros sobre el nivel del mar y unos acantilados magníficos que lo rodean.
Desde arriba tenemos unas magníficas vistas de los acantilados y de playas inacesibles, salvo por mar.
Existe un pequeño sendero que bordea el recinto del faro. Cuando camina por él lleva la "falsa seguridad" de estar caminando por un sendero normal. Pero cuidado, como se puede ver en la fotografía inferior, va suspendido del vacío y un mal paso sería el último.
 El faro no es muy antiguo, data de los años 50 y es automático, como casi todos los faros actuales. Se echa un poco en falta poder acceder al recinto del faro.
Una vez visto el faro existe un camino que sale a nuestra izquierda. Merece la pena cogerlo ya que nos acercará otra vez a los acantilados.
Incluso si queremos continuar sale una senda que se adentra en la punta Beirón. Desde allí tendremos una vista panorámica del faro y sus acantilados.  CABO VIDIO
Domingo, 26 de febrero. Qué gozada levantarse por la mañana y encontrar un día con el cielo despejado y buena temperatura.
Nos apetecía conocer algo nuevo. Había visto y leído en internet sobre la Playa del Silencio. Y hacia allí dirigimos nuestros pasos.
Para llegar a ella, cogimos la autovía en dirección a Avilés y nos salimos a la altura de Novellana. Allí nos dirigimos a Castañeras, donde dejamos el coche.
Os recomiendo dejar el coche allí, ya que la pista de asfalto/tierra es de dirección única, hay poco sitio para aparcar y está en muy mal estado. Además así se disfruta del paseo.
Antes de llegar a la playa, existen varios miradores que nos dan una idea del maravilloso y mágico lugar al que nos dirigimos.
Cuando aparcamos el coche en Castañeras, vimos salir una ambulancia del camino. Nos comentaron que se había caído un coche. Lo que nunca pensamos es que se habia despeñado a la playa y su conductor había fallecido. Cuando llegamos todavía estaba el helicóptero de la guardia civil y los bomberos para escarcelar en cadaver.
Pero volviendo a la parte interesante de la visita, el camino bordea la playa y hay una pasarela de madera con rampas y escalones para llegar a ella.
La playa es de cantos rodados, con un mar muy agitado y peligrosa por lo que pudimos ver para el baño. Pero con marea baja podemos dar un paseo por debajo de estos enormes acantilados y ver la gran cantidad de islotes que hay en el mar.
Además podemos admirar la belleza de las rocas con sus franjas horizontales que nos hace comprender las fuerzas tectónicas que fueron necesarias para plegar la corteza terrestre de esta forma.
Os aconsejo que bajéis a la playa y la recorráis, si está en marea baja, en toda su extensión.
En la fotografía inferior, la imagen del coche accidentado una vez escarcelado el cuerpo. Impresiona desde donde cayó. Parece ser que se debió a un despiste del conductor.
La fotografía inferior podría ser perfectamente un cuadro de "arte abstracto".
En la parte derecha de la playa existen unos espolones de piedra enormes, con formas caprichosas.
Después de disfrutar de la playa, hay que volver a subir por el mismo camino hasta llegar al mirador.
Y la vuelta al punto de partida siguiendo la pista de coches hacia Castañeras. RUTA EN WIIKILOC
Después de disfrutar del paseo, nos fuimos a comer a Cudillero. Al ser domingo de Carnaval, estaba a tope de gente, pero encontramos un sitio para comer en la terraza con estas magníficas vistas.
Después del almuerzo, para bajar un poco las calorías, nos fuimos hasta el faro de Cudillero.
Y por la tarde nueva ruta, en este caso la Senda Costera de Muros de Nalón. Dejamos el coche en la Playa de Aguilar y a escasos metros comienza la ruta.
La senda comienza con fuerza y energía ya que sube sobre la playa de Xaló en zig-zags. Así que tomarlo con calma que el recorrido merece la pena.
Esta ruta también se conoce como la Ruta de los Miradores, debido a la cantidad de puntos panorámicos para ver esta zona de la costa.
Al igual que el día anterior, se cubrió el cielo con nubes lo que no nos impidió llegar hasta el mirador de la Ermita del Espíritu Santo, donde finaliza la ruta.
En este punto desemboca el río Nalón. RUTA EN WIKILOC
El lunes 27 de febrero había alerta naranja en la costa asturiana por oleaje y viento. Nos aventuramos a realizar la senda costera de Cadavedo, que habían inagurado el día anterior a nuestra llegado. Es una magnífica idea de Asturias de hacer sendas costeras para poder disfrutar de estos acantilados tan bonitos.
Partimos desde los apartamentos caminando por la aldea donde se encuentran, pasando al lado del Hotel Torre de Villademoros y el Astur Regal, hasta llegar a la ermita de la Regalina. Desde allí la primera vista panorámica de la playa de Cadavedo.
La senda está muy marcada y balizada, sin posibilidad de pérdida. Además Samuel, el propietario de Casa Carín nos dio un mapa de la ruta.
En la fotografía inferior se puede ver en primer plano la playa de la Regalina, la punta del Cuerno, donde está la ermita y, al fondo, el Cabo Vidio.
La senda va dibujando la orografía de la costa con entrantes y salientes, subidas y bajadas. Pero resulta muy sencilla y agradable. Lástima el viento tan intenso que había.
Pasa al lado de Canelmar, una cetárea de marisco, para ascender nuevamente hasta el mirador de la fotografía inferior, donde podemos apreciar esta playa con el cabo Busto al fondo. WIKILOC
Aunque la ruta continuaba un poco más, decidimos acortarla par poder llegar a comer a uno de los sitios que nos habían recomendado, la sidería el Reguerín.
Por la tarde nos acercamos a la playa de la Concha de Artedo. Aunque en las fotografías se observan sólo cantos rodados, tiene arena fina con marea baja. 
Y para rematar la tarde y nuesta aventura en Asturias, por la tarde nos acercamos hasta Avilés al Centro Niemeyer. El centenario arquitecto brasileño recibió en 1989 el premio Principe de Asturias de las Artes. En el año 2006, cuando se cumplió el 25 aniversario de estos premios, se reunieron todos los premiados. Durante su visita, realizó un esbozo en un papel en blanco de un edificio singular como regalo para Asturias. Y de aquí nació este proyecto, que es el único edificio en España de este autor y su proyecto más querido por él fuera de Brasil.
El edificio es arquitectónicamente único y muy bonito. Pero como pasa con todos estos proyectos, al igual que la ciudad de la cultura de Santiago, están carentes de contenido. Sólo había una exposición de Julio Verne muy simple y otra de un grupo fotográfico. Millones de euros para ésto? Una apuesta más de los políticos de turno con dinero público
El martes 28 de febrero salió lloviendo por una borrasca que entró por el oeste. Así que nos volvimos a casa. Pero con un grato recuerdo. Y, por supuesto, volveremos tarde o temprano a Asturias.

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