Ésta es una de las visitas obligadas si se va a los Dolomitas y de las rutas más recomendadas. Para llegar tomaremos la carretera que va de Cortina D'Ampezzo al Passo Falzarego y, unos kilómetros antes de éste, tomaremos la desviación hacia Bai de Dònes. Allí cogeremos el telesilla hasta el refuguio Scoiattoli, a 2265 metros. Con ellos nos ahorraremos una hora de subida.
Una vez en el refugio tenemos unas magníficas vistas de las Cinque Torri, que ya veíamos desde Cortina D'Ampezzo.
Pero antes de dar la vuelta a las montañas, es casi obligatorio ver el complejo sistema de trincheras de la primera guerra mundial. Durante la guerra los austriacos defendían el Pico Lagazuoi, donde también podemos ver las trincheras, y los italianos en las Cinque Torri, donde protegían el acceso a Cortina D'Ampezzo.
Después de visitar las trincheras, uno se hace a la idea de lo que tuvieron que pasar estos soldados durante la primera guerra mundial. El frío que tuvieron que pasar aquí arriba.
Y desde aquí, el control que tenían del Lagazoui y del Passo Falzarego.
En la fotografía inferior se puede ver el Passo Falzarego, actualmente famoso gracias al Giro de Italia.
En esta visita hay una recreación de las condiciones de vida de los soldados y de artillería de la que disponían.
Los pasos de unas trincheras a otras están acondicionadas actualmente con escaleras.
Una vez que hemos visto una parte de la historia de la humanidad, hicimos el circuito de las Cinque Torri, rodeando las mismas.
Además pudimos ver muchas cordadas de escalada ya que son montañas muy verticales y por lo tanto muy adecuadas para este deporte.
En la fotografía inferior se ve a MJ venir por el camino y el refugio Nuvolau al fondo a la izquierda de la montaña. Ese fue nuestro siguiente objetivo.
La verdad es que acercarse a las paredes aumentaba la impresión de altitud.
A lo largo de los millones de años que han pasado desde su formación, algún fragmento de roca se ha desprendido, como el de la imagen. Para que os hagáis una idea, está mi hijo Carlos sujetando una de estas "piedrecitas".
Y lo que comentaba, es un sitio ideal de escalada, tanto para principiantes como para gente experimentada.
Y finalmente, una vez terminada la ruta, hay que tomar descanso, ya que nos quedaba otra más dura: subir al refugio Nuvolau.
Y con las vistas puestas en las Cinque Torri, comenzamos la subida al refugio. Pero eso ya es otra historia.
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