RUTA BUJARUELO - VALLE DE OTAL

ASCENSIÓN A PEÑA UBIÑA

REFUGIO SEGANTINI - LAGO NERO - REFUGIO CORNISELLO (DOLOMITAS DI BRENTA)

Para llegar al inicio de la ruta hay que tomar la carretera SS 239 que lleva a Madonna di Campiglio. Entre las poblaciones de Pinzolo y San Antonio di Mavignola, en una curva cerrada de la carretera hay una indicación de Val Nambrone. Hay que llegar hasta el Refugio Nambrone y continuar durante unos 8 km hasta Malga Vallina d'Amola, donde se divide en dos la pista. Allí dejamos el coche, a 2020 metros de altitud.
La pista ancha que se ve en la fotografía inferior termina, comenzando un sendero a la derecha hasta  un puente, donde se abre un amplio valle.
Algunos coches suben hasta este punto, pero es mejor dejarlo más abajo.
Como se puede ver en las fotografías es una ruta bastante transitada, aunque al ser larga, no nos iremos encontrando continuamente a gente.
En el fondo de este primer valle ya podemos ver las moles pétreas características de los Dolomitas.
En este punto tenemos que dejar el camino ancho, cruzar el puente que se ve en la fotografía inferior e iniciar un fuerte repecho que nos sube en zig zag todo el desnivel que tenemos a la vista.
Según vamos ascendiendo y ganando altitud, empezamos a ver las cimas del parque natural Adamello Brenta.
La ruta nº 211 está muy bien señalizada en todo momento.

Además, durante la subida al refugio, vamos viendo en todo momento la senda que tenemos que seguir.
Ya estamos cerca del refugio. A la izquierda de la imagen inferior se puede observar una estructura metálica que sostiene unos cables. Gracias a ellos pueden subir unas cestas metálicas con todas las provisiones que hacen falta en el refugio.
Y, después de algo más de una hora llegamos al Refugio Segantini. El nombre del refugio es en honor a Giovanni Segantini, un pintor famoso nacido en Trentino (1858-1899), que murió en Suiza a donde fue a pintar. Un año después de su muerte, en 1900, la Società degli Alpinisti Tridentini le honró con su nombre. El refugio fue inaugurado el 26 de agosto de 1901, durante una gran ceremonia de apertura, a pesar de las adversas condiciones climáticas. El 4 de septiembre de 1977 se construyó un nuevo y moderno refugio cerca del antiguo.
El refugio, a 2373 metros de altitud, está muy bien dotado y se puede comer, aunque pensar que no es nada barato. Es mejor llevar la comida uno mismo. Pero una cerveza bien fresquita la tenía bien merecida.
Por detrás del refugio, existe una pequeña capilla. El 12 de agosto de 1962 Giuseppe Bonomini puso la primera piedra para su construcción. Se terminó por un grupo de Scouts en 1971.



Si queremos continuar la ruta, como hicimos nosotros, seguiremos por un sendero que sale por detrás del refugio, pasando por un puente tibetano.
Es una de las atracciones que tiene la ruta, por lo que con la proliferación de las redes sociales y de los selfies, es bastante difícil encontrárselo sin nadie.
Tomaremos la ruta nº216. Veremos un pequeño lago a la derecha durante el camino.
Sigue siendo una ruta espectacular, por un sendero del otro lado del valle por el que subimos al refugio.
 En aproximadamente una hora, llegamos a Bocca dell'Om, a 2361 metros de altitud, un collado desde donde podemos ver ya el lago Cornisello
Aquí tenemos diferentes opciones, bajar al lago di Cornisello si tomamos la senda de la izquierda o al Lago Nero, si tomamos la de la derecha.
Nosotros escogimos el camino de la derecha, con el Lago Nero a la vista. El camino baja en una fuerte pendiente en zig-zag hasta la altura del lago.
Las sensaciones son intensas, estamos rodeados de montañas de más de tres mil metros y de lagos alpinos formados durante la última glaciación. El lago Nero, a 2255 metros de altitud, es un buen sitio para reponer fuerzas.
Estaremos acompañados de gente, ya que es un sitio habitual de descanso. Como suele soplar bastante viento, hay que buscar un sitio cobijado.

Desde el Lago Nero bajamos al Refugio Cornisello, a 2120 metros. La familia Salvaterra Bonapace, propietaria del refugio, la gestiona desde 1970.
Una vez llegado al Refugio bajaremos hasta la pista asfaltada, que en unos tres kilómetros nos deja en el punto de partida. Aunque las emociones no terminan aquí, ya que vemos una enorme cascada que precipita el agua de drenaje de los lagos di Cornisello.



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